«EN NUESTRO PAÍS, NO EXISTEN LOS DERECHOS HUMANOS»

Para entrevistar al pastor Wilber*, además de cambiar su nombre, hemos tenido que modificar su imagen y su voz para que sea irreconocible. La razón es que trabaja con cristianos en uno de los 50 países que no garantiza la libertad religiosa en la actualidad, a pesar de tratarse de un derecho fundamental recogido en la Declaración Universal de Derechos Humanos (Art. 18).

«En nuestro país, no existen los derechos humanos»
PASTOR WILBER*, CRISTIANO LATINOAMERICANO PERSEGUIDO
Es por ello que, en esta entrevista online realizada en enero de 2024, este pastor latinoamericano pide «una intervención ante la ONU» y «que cada país que tiene la oportunidad de hacer algo por estos países como los nuestros (que estamos en persecución) pueda llevar nuestra voz».

No podemos revelar en qué país vive este cristiano perseguido, pero sí que vive en uno de los países latinoamericanos donde más han aumentado las presiones y violencia contra los cristianos durante el último año, tal y como recoge la investigación realizada en la Lista Mundial de la Persecución 2024.

Escucha la entrevista completa aquí y descubre cómo ser la voz de los que no la tienen en nuestra página web.

*Nombre cambiado e imagen representativa utilizada por motivos de seguridad.

fuente https://www.puertasabiertas.org/es-ES/actualidad/todos/entrevista-pastor-cristiano-perseguido-latinoamerica/

 

UN AÑO DEL DEVASTADOR TERREMOTO EN SIRIA Y TURQUÍA

A las 4:30 de la madrugada del 6 de febrero de 2023, un fuerte terremoto sacudió el sureste y el noroeste de Turquía y Siria. Los edificios se derrumbaron, más de 55 000 personas murieron y varios millones fueron desplazadas de sus hogares.

Dos de estos refugiados fueron Samih y María. La pareja vive en Alepo (Siria), donde al menos 3 500 edificios sufrieron daños con necesidad de urgentes reparaciones estructurales.

Cuando se produjo el terremoto, la pareja estaba en su edificio de apartamentos. Bajaron corriendo las escaleras, a pesar de que María aún se estaba recuperando del parto por cesárea de Ralph, su segundo hijo. La familia salió de casa en estado de shock por el horror del momento. «Fue una noche terrible. En 13 años de guerra, nunca vivimos nada parecido al pánico que sentimos aquel día, condensado en ese minuto y medio», recuerda vivamente Maria.

Mientras bajaban con dificultad las escaleras, se dieron cuenta de que su hijo de dos años, Elías, ni siquiera llevaba abrigo. «Con el caos del momento y estar pendientes de nuestro bebé recién nacido, ni nos fijamos en que nuestro otro hijo pequeño no llevaba abrigo ni nada». Empezaron a llamar rápidamente a las puertas de sus vecinos, buscando una forma de proteger a Elías de las gélidas temperaturas de fuera. Pero nadie respondió.

Cuando salieron fuera, descubrieron por qué: todo el mundo estaba ya en la calle, con el pánico en los ojos y en tensión por si se producían réplicas del terremoto.

La descripción de María de esta «noche horrible» coincide con la de casi todos los habitantes de Alepo. Aunque ya habían sufrido 13 años de bombardeos, morteros, explosiones, restricciones, amenazas de extremistas islámicos y dificultades económicas, nada se podía comparar a la horrible experiencia por la que pasaron aquella noche.

 

Maldición y bendición
Ahora, un año después, la pareja recuerda aquel desastre y todo lo que ha provocado. Esta familia de cuatro miembros reside actualmente en un piso de una única habitación. Samih suele dormir en un sofá, ya que la cama es tan pequeña que no caben cuatro personas, aunque dos de ellas sean niños pequeños.

María se seca las lágrimas al recordar aquella noche. Mira ahora a Ralph con sus grandes y hermosos ojos, todavía llenos de asombro, y nos abre su corazón: «En cierto modo, aquel terremoto fue una bendición; sí, fue una bendición para nosotros y para muchos otros sirios. Antes vivíamos muy preocupados por cómo íbamos a pagar los gastos del hospital, comprar pañales, llegar a fin de mes… Pero entonces llegó el terremoto, y con él recibimos una respuesta a esta ansiedad».

Dios obra de maneras misteriosas. Desde luego que el terremoto fue un terrible desastre. La gente perdió su vida, a sus seres queridos, sus casas y sus negocios. Pero para muchos cristianos que sobrevivieron, también llegó a ser una bendición, como asegura María un año después del incidente.

Esto no quiere decir que haya sido fácil superarlo. «En los primeros instantes tras el terremoto, sentí que Jesús estaba conmigo, que me daba fuerzas», recuerda. «Pero, después del segundo terremoto de aquel día, empecé a dudar: ¿Por qué no lo detuvo?».

«En cierto modo, aquel terremoto fue una bendición (…) para nosotros y para muchos otros sirios»
MARÍA, CRISTIANA SIRIA EN RIESGO DE POBREZA

Nueva vida
«Me llena de pánico y tristeza recordar la noche del 6 de febrero de 2023», se lamenta Kamal, un cristiano sirio que vive en Latakia, una ciudad costera a unas dos horas y media de Alepo. «Me desperté por la mañana con toda la casa temblando. No puedo llegar a expresar bien lo aterrador que fue. Lo único que pude hacer en aquel momento fue hablar con Dios».

La casa de Kamal seguía en pie tras el terremoto, pero quedó extremadamente dañada; por lo que, si quería volver, necesita serias reparaciones.

Al cabo de unos días, María empezó a ver cómo Dios puede convertir las cosas malas en buenas, como si se materializara ante sus ojos su versículo favorito de la Biblia, Romanos 8:28: «Y sabemos que para los que aman a Dios, todas las cosas obrarán juntamente para su bien, para los que conforme a su propósito son llamados».

«Durante los seis meses siguientes, no tuvimos que pagar más pañales para Ralph, nuestro bebé de la calle», agradece, utilizando este apodo que los abuelos del pequeño le han puesto en broma. Le llaman así porque a los cuatro días de nacer ya vagaba por las calles, lo que en Siria es muy extraño, pero que fue obligatorio para esta familia tras el terremoto. Normalmente, una madre siria y su recién nacido no salen de casa hasta al menos un mes después del parto, y la primera vez sería para visitar la iglesia.

Pero para Maria y Samih, la situación no era sostenible a largo plazo: él no tenía trabajo y ella estaba de baja por maternidad no remunerada.

 

Fuimos uno con ellos
Ante esta repentina catástrofe, Puertas Abiertas lanzó una campaña de apoyo a nivel internacional al poco del terremoto titulada «Emergencia en Turquía y Siria». Gracias a las oraciones y apoyos de muchas personas alrededor del mundo, la iglesia local de esta pareja pudo ayudarles a ellos y a muchas otras familias en apuros. Incluso antes del terremoto, muchas familias cristianas como la de María ya estaban bajo el umbral de la pobreza, con dos o tres trabajos que les daban lo justo para sobrevivir.

Un colaborador local de Puertas Abiertas en Siria utilizó los donativos de personas como tú para ayudar a restaurar las casas de las personas afectadas por el terremoto. Sólo en Alepo, más de 7 000 personas tuvieron que abandonar sus hogares esa noche y fueron a alojarse en iglesias y monasterios.

Durante estos 365 días desde el desastre, nuestro colaborador ha ayudado a estas familias a volver a sus casas tras restaurarlas y hacerlas seguras de nuevo. En Alepo, se repararon 1 540 casas a lo largo del año pasado, y muchas familias han regresado rebosando gratitud. En Latakia, donde vive Kamal, se restauraron otras 464 casas.

«Recibimos ayuda y pudimos reconstruir nuestros hogares y reparar los daños causados por el terremoto», se alegra Kamal. «Estamos agradecidos, muy agradecidos, a todas las personas que compartieron nuestro sufrimiento y nos ayudaron a seguir adelante y a mantenernos en pie. Gracias, gracias, estamos muy agradecidos».

María y Samih tuvieron suerte de que su casa no sufriera daños. Pero, aun así, quedaron profundamente afectados y traumatizados por el terremoto. Los apoyos recibidos también se pusieron al servicio de personas como estas: junto con otras 5 038 familias, recibieron ayuda en forma de vales únicos en efectivo, distribuidos por el colaborador local de Puertas Abiertas.

Además, tu apoyo contribuyó a proporcionar paquetes de alimentos, ayudas para el alquiler y para el invierno que las familias han recibido regularmente en este año transcurrido desde la catástrofe.

«Estamos muy agradecidos a todas las personas que compartieron nuestro sufrimiento y nos ayudaron a seguir adelante y a mantenernos en pie»
KAMAL, CRISTIANO SIRIO QUE PERDIÓ SU CASA EN EL TERREMOTO

Las necesidades un año después
En cierto modo, el terremoto cambió el estilo de vida para muchos sirios. Tras apenas 90 segundos de fuertes temblores, muchas personas encontraron la solución a algunos de sus problemas. Alrededor de todo el mundo, la gente sintió su dolor y empezó a levantar apoyos y a orar por ellos. ¡Los cristianos sirios sabían que no estaban solos ni olvidados!

Actualmente, siguen necesitando nuestras oraciones. Siria sigue en constante estado de alarma y los cristianos continúan viviendo bajo riesgo. Muchos sirios que decidieron seguir a Jesús ya han huido del país y otros muchos quieren marcharse. El futuro de la Iglesia siria está en riesgo, pero Puertas Abiertas y nuestros colaboradores siguen comprometidos a fortalecer al pueblo de Dios para que sean de sal y luz en Siria, y reflejan allí el amor de Jesús. Te animamos a seguir siendo uno con ellos.

fuente https://www.puertasabiertas.org/es-ES/actualidad/todos/primer-aniversario-del-devastador-terremoto-en-siria-y-turquia/

 

 

LA MAYOR OSCURIDAD POSIBLE

En mayo de 2023, los cristianos de las comunidades de Mangu (estado de Plateau, Nigeria) experimentaron brutales ataques que dejaron cientos de aldeanos muertos, en su mayoría cristianos, y decenas de miles de desplazados. Los perpetradores hablaban fulani, daban gritos de guerra islámicos y fueron reconocidos como pertenecientes a las comunidades de pastores que migraban estacionalmente por esa zona. Este ataque cambió irreversiblemente la vida del pastor Zacarías al quitarle lo que más quería.

«Vivíamos una vida pacífica en nuestra comunidad antes de este ataque, trabajando y viviendo juntos con los fulani. Ellos incluso venían a nuestras casas a comer y a veces se quedaban a dormir. Seguíamos viviendo en paz unos con otros hasta ese día de mayo del año pasado. Yo acababa de regresar de un viaje cuando descubrí que había habido un ataque en nuestra aldea», recuerda lentamente el pastor Zacarías.

En la tarde del 15 de mayo de 2023, un grupo armado de terroristas fulani irrumpieron en la aldea del pastor Zacarías.

«Cuando me enteré de lo que estaba pasando, intenté llamar a la gente por teléfono, pero las líneas no estaban disponibles».

Cuando regresó a la mañana siguiente, encontró gente rescatando lo que podía de sus hogares y huyendo. «Al llegar al pueblo aquella mañana, noté que la gente caminaba en dirección opuesta. La mayoría de ellos estaban descalzos y con el cuerpo lleno de barro».

Este creyente nigeriano no estaba preparado para la destrucción que vio a continuación. «Me encontré con los heridos y vi los cuerpos de las víctimas del ataque en la carretera… Todo lo que pude ver fueron casas quemadas, incluida la mía, que estaba completamente derruida con todo lo que tenía dentro.

Busqué a mi esposa y a mis hijos, pero no los veía, así que revisé las habitaciones y encontré sus cuerpos sin vida fuera en la cocina. Me sentí devastado», recuerda aún con mucha pesadumbre. Es como si los acontecimientos de ese fatídico día estuvieran grabados en su memoria y se reprodujeran como una presentación de diapositivas de la escena de un crimen.

«Aquel día lloré como nunca antes y me di cuenta de que la muerte es verdaderamente dolorosa».

«Cuando vi el cuerpo de mi mujer, recordé la vida que había vivido con ella. Salíamos a predicar a la región del noreste y abríamos iglesias juntos. Cuando fundábamos una, yo me iba a otra mientras ella se ocupaba de la anterior y seguía animando a los miembros. Hacíamos todo juntos, caminábamos de la mano, no teníamos ningún problema».

Ora con el pastor Zacarías
Ora por el pastor Zacarías, para que Dios le acompañe en la curación de su trauma y le llene de vida.

Ora por los cristianos de los alrededores de Mangu que están traumatizados y expulsados de sus hogares, para que Dios les fortalezca.

Ora por las personas que acuden al centro de traumatología de Puertas Abiertas, para que se fortalezca su fe y se restaure su esperanza.
Dios no se queda perplejo ante nuestra complejidad
Si bien lo que sucedió en Mangu supone un ataque extraordinario, esto no es algo tan infrecuente para cristianos como el pastor Zacarías, quienes constantemente son víctimas de esta violencia. «En mi opinión, creo que fuimos atacados, en primer lugar, porque querían que nos convirtiéramos al islam. En segundo lugar, pensaban que, al echarnos de la comunidad, tendrían un lugar para cultivar y alimentar a sus vacas».

A pesar de esta devastación, también asegura que, desde el ataque, él y muchos de los aldeanos están luchando por empezar de nuevo. «Este ataque nos afectó personalmente, perdimos nuestras casas y nuestra ropa».

La mayoría de estos cristianos (si no todos) de esta zona de África Occidental subsisten gracias a la agricultura, y ni aun las pequeñas parcelas de tierra destinadas a alimentar a sus familias se han salvado de la destrucción. «Ni siquiera podemos ir a nuestras granjas a menos que vayamos temprano por la mañana. Antes del mediodía, nos tenemos que ir por nuestra propia seguridad, ya que ahí es cuando los extremistas vienen con sus vacas y las alimentan con nuestras cosechas».

A pesar de todo, el pastor Zacarías sigue comprometido a guiar por un camino de amor al pueblo de Dios.

«A los compañeros de la iglesia y a mis hijos les digo que se aferren mucho a Dios porque la muerte no sólo llega cuando uno enferma, sino que puede venir en forma de accidente y ataque. Sí, perdimos a mucha gente. Pero yo sigo animándoles para que sepan que, cuando llegue su momento, nada podrá cambiarlo; que estén cerca de Dios y le reconozcan como su salvador, de manera que, cuando mueran, sigan estando con él».

Consuelo en el acompañamiento
Aunque ahora el pastor es un hombre sin mujer ni hijos, sigue siendo un creyente maduro. Eso sí, nadie puede estar completamente preparado para manejar este tipo de pérdida y trauma. «Honestamente, reconozco que este ataque me ha afectado mucho. Desde sus muertes, no importa lo que esté haciendo, siempre estoy pensando en lo que pasó. Incluso cuando estoy orando, me pierdo recordando este incidente».

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A pesar de todo, él continúa sirviendo, tratando de animar a los creyentes a permanecer firmes en su relación con Dios. «Siempre me esfuerzo por unir a nuestra gente para que podamos tener compañerismo, pero algunos de ellos parecen sentir que Dios ni siquiera nos está ayudando; se preguntan por qué permitió que pasaran estas cosas si él puede ayudarnos».

Estos ataques, ya sean intencionales o no, impactan duramente en el caminar del creyente con Dios y lo confrontan con preguntas sobre el valor de la fe.

«Sinceramente, cuando ocurrió este ataque, sentí como si Dios me hubiera abandonado, porque dije: si Dios tiene el control, ¿por qué permitiría que estas personas nos causaran este tipo de agresión? ¿Dónde está Él y por qué no se hace cargo de la situación? Al fin y al cabo, tiene el poder de matarlos, pero decide no hacerlo».

Los colaboradores de Puertas Abiertas han estado ofreciendo apoyo a los cristianos de Mangu. «Su organización nos llamó para brindarnos asesoramiento y atención postraumática, y la verdad es que aprendí mucho. Pudieron enseñarnos que Dios permite que nos sucedan algunas atrocidades en su propio tiempo y nos enseñaron a perdonar a quienes nos atacaron. Esta enseñanza me ha animado mucho porque, en este momento, le estoy pidiendo a Dios que perdone a los asesinos de mi familia para que puedan entrar en su reino y no mueran en sus pecados, tal como nos dice la Biblia. Si no hubiera asistido a este asesoramiento de Puertas Abiertas, no podría vivir bien. Antes no podía dormir, ya que mis pensamientos volvían a los ataques; pero, después de este programa, mi mente ya está en reposo».

Sólo en Mangu, al menos 36 683 personas (unas 3 683 familias, según los colaboradores de campo) están desplazadas. Si bien la Agencia Nacional para el Manejo de Emergencias (NEMA) ha distribuido algo de ayuda humanitaria, la magnitud del desplazamiento ha hecho imposible que llegue a todos. Los colaboradores de Puertas Abiertas sobre el terreno también comparten que la necesidad tan grande que hay excede el presupuesto de ayuda de este año y, por lo tanto, a algunos creyentes como el pastor Zacarías solo se les ha podido brindar atención postraumática.

Gratitud y consejo
«La razón por la que doy gracias es porque Dios lo sabe todo. Él permitió que mi familia se fuera porque era su momento. Dios decidió llamarlos a Su casa».
«Para aquellos que se han encontrado en situaciones similares a la nuestra, mi oración es que confiemos en Dios, porque Él es todo por lo que vivimos. Si apartamos nuestra atención de él, lo veremos como alguien que no puede ayudarnos, pero si creemos que puede hacer todas las cosas, entonces no nos hundiremos».

Zacarías también quería compartir el versículo de Juan 14 que ha fortalecido su fe en Dios en medio de su dolor: «Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis. Y sabéis a dónde voy, y sabéis el camino. Le dijo Tomás: Señor, no sabemos a dónde vas; ¿cómo, pues, podemos saber el camino? Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí».

«Estos versículos me han animado porque Jesús fue a preparar un lugar para nosotros y confío en que mi esposa, mi hijo y mis hermanos que se han ido están descansando junto con él. Nosotros somos quienes todavía estamos aquí esperando que el Señor venga a llevarnos a ese hogar maravilloso. Estos versículos realmente me animan porque sé que hay un lugar mejor esperándome».

Por qué pasa esto en Nigeria
En mayo de 2023, presuntos pastores fulani atacaron dos comunidades en el área del gobierno local de Mangu en el estado de Plateau, en el cinturón medio de Nigeria. Los ataques contra comunidades, principalmente cristianas, en Mangu continuaron impunemente durante casi tres meses. La LGA ha sido testigo de aún más violencia en junio y julio. Según los líderes comunitarios, estos ataques han dejado más de 346 muertos.

Aunque los grandes medios de comunicación siguen etiquetando estos ataques como ‘enfrentamientos étnicos entre pastores y agricultores’, los testimonios y pruebas sobre el terreno muestra que la violencia está afectando grave y desproporcionadamente a los agricultores cristianos.

Las causas fundamentales de esta violencia son diversas, pero se ha demostrado que la religión desempeña un papel importante. Aunque estos ataques se producen contra el contexto del cambio climático, la degradación ambiental y el crecimiento demográfico, han empujado hacia el sur y hacia los estados del centro-norte a los pastores de ganado fulani (principalmente musulmanes). La tensión que este choque cultural de convivencia está causando en las relaciones entre pastores y agricultores se suele utilizar como herramienta de poder por los líderes políticos y religiosos para promover la agenda de islamización. Los cristianos nigerianos denuncian que esta violencia debería verse como parte del plan expansionista islámico para eliminar por completo la presencia crsitiana de regiones estratégicas como el cinturón medio (el granero de Nigeria).

La respuesta del gobierno no ha abordado suficientemente las causas ni los resultados de esta violencia con consecuencias devastadoras para las comunidades cristianas.

*Nombre ficticio e imágenes representativas utilizados por motivos de seguridad.

fuente https://www.puertasabiertas.org/es-ES/actualidad/todos/oscuridad-zacarias/

 

ISIS REIVINDICA EL ATENTADO A UNA IGLESIA EN ESTAMBUL

El pasado domingo 28 de enero sobre las 11.40 (hora local), dos hombres armados interrumpieron el culto dominical de la iglesia de Santa María en Büyükdere (Estambul). Al principio dispararon al aire, pero después asesinaron a Tuncer Cihan, un asistente habitual de esta iglesia desde diciembre.

La agencia Amaq de noticias árabes sobre el Estado Islámico ya avanzó que este ataque intencional contra una iglesia cristiana se había producido en respuesta a un llamamiento de los líderes de ISIS a atentar contra cristianos y judíos. La propia organización terrorista islámica no tardó en atribuirse la autoría del tiroteo a través de una cuenta de Telegram, confirmando este llamado.

Así lo corrobora Michael Bosch, analista especializado en persecución de la Unidad de Investigación de la Lista Mundial de la Persecución de Puertas Abiertas: «En diciembre del año pasado, las autoridades detuvieron a 32 personas supuestamente pertenecientes al ISIS. Ahora, este atentado reivindicado por ellos demuestra que no se trataba de una amenaza vacía».

Afortunadamente, una de las armas de los tiradores se encasquilló tras matar a su primera víctima, que al parecer se enfrentó a ellos. Tras esto, los extremistas huyeron del lugar. No se conoce ningún vínculo entre los atacantes y la víctima.

Las autoridades turcas respondieron rápidamente y detuvieron a dos sospechosos a última hora de la noche del domingo, mientras todas las iglesias de la ciudad entraban en alerta máxima y la policía acudía en su protección. Según un comunicado del Ministerio del Interior, los detenidos son un ciudadano ruso y otro tayiko, afiliados al grupo extremista Estado Islámico.

El gobierno turco encabezado por el presidente Erdoğan ha expresado públicamente sus condolencias a esta iglesia, asegurando que harán todo lo posible por evitar estos ataques. Los líderes de esta comunidad cristiana de Estambul agradecen la rápida respuesta de las autoridades y su apoyo. Pero, aun así, Bosch avisa de que «el ataque ha conmocionado a la comunidad cristiana, tanto a las más históricas como a las iglesias protestantes. Muchos están preocupados por su propia seguridad».

«El ataque ha conmocionado a la comunidad cristiana. Muchos están preocupados por su propia seguridad»
MICHAEL BOSCH, ANALISTA ESPECIALIZADO EN PERSECUCIÓN

Un contexto proclive a estos ataques
El analista de persecución también avisa de que los ataques a iglesias no son una novedad en este país de Medio Oriente: «Es muy preocupante que la pequeña comunidad cristiana se vea amenazada, muchos tendrán en la mente los asesinatos de Malatya cometidos por nacionalistas turcos en 2007».

Un año más, Turquía ha entrado en la LMP en el puesto 50 (en 2021 llegó a ocupar el 25). La combinación de un creciente nacionalismo religioso y un mayor énfasis en los valores islámicos por parte del gobierno está intensificando la presión sobre los creyentes en Turquía que representan el 0.2% de la población.

Aunque la conversión del islam al cristianismo no está legalmente prohibida, cualquiera que no sea musulmán, o que se convierta a una fe diferente, es visto como un turco desleal. Los cristianos son vistos como una influencia occidental negativa, y quienes deciden seguir a Jesús —ya sea desde el islam o el secularismo— pueden sufrir presiones de sus familias y comunidades para que se retracten de su fe. Incluso los cristianos de minorías étnicas, como los griegos y los armenios, se enfrentan a diversos problemas legales y burocráticos. Y dado que la afiliación religiosa se registra en el chip electrónico de los documentos de identidad, es fácil que los empleadores, sobre todo los que tienen conexiones con el Estado, discriminen a los creyentes.

fuente https://www.puertasabiertas.org/es-ES/actualidad/todos/isis-reivindica-el-atentado-mortal-a-una-iglesia-en-estambul/

 

LA MAYOR OSCURIDAD POSIBLE

En el nuevo episodio del podcast Perseguidos, te presentamos a Zacarías, un pastor africano que se encontró los cadáveres de su mujer y su hijo tras el ataque de terroristas fulani a su poblado

Él es uno de los rostros de la persecución hacia los cristianos y un ejemplo de lo que Puertas Abiertas está haciendo con tu apoyo en los países donde más se vulnera la libertad religiosa, como Nigeria (puesto 6 en la Lista Mundial De La Persecucion 2024).

Gracias a tus oraciones y apoyos, Zacarías sigue confiando en que un día se reunirá con sus seres queridos en el hogar eterno preparado por Dios.

Comparte su mensaje de gratitud y esperanza, para que aprendamos como él a perdonar y a confiar en Dios incluso en los momentos más oscuros.

«Ahora, le pido a Dios que perdone a los asesinos»
ZACARÍAS, PASTOR NIGERIANO CUYA FAMILIA FUE ASESINADA
Descubre sus historias y cómo apoyarles en «Luz en la oscuridad».

fuebnte https://www.puertasabiertas.org/es-ES/actualidad/todos/perseguidos-24/

 

ELEGIR EL SUFRIMIENTO

 

Ayesha proviene del segundo país más peligroso del mundo para los cristianos según la Lista Mundial de la Persecución: Somalia. A pesar del abandono de su marido, la completa discriminación por parte de su familia musulmana y hasta un intento de asesinato, ella se mantiene firme en su fe cristiana. Con estos valores está intentando criar ella sola a sus tres hijos. Ahora, Ayesha agradece que todas estas dificultades han fortalecido su fe y lanza un gran reto a todas las personas que, como ella, elijan el sufrimiento al decidir seguir a Jesús.

Ayesha* es madre soltera de tres niños y vive en el Cuerno de África. Es una somalí que no esconde ser cristiana. Para muchos, ella sería una paradoja andante: ser somalí implica casi irremediablemente ser musulmán.

Esta creyente es una de los cerca de un millón de somalíes que viven en la región del Cuerno de África. Pero el hecho de que resida fuera de las fronteras oficiales de Somalia no la hace menos somalí.

Cuando los colaboradores de Puertas Abiertas se reunieron con ella, tenían previsto pasar el fin de semana con sus tres hijos, Hussen*, Hassen* y Ali*. Sin embargo, ella cambió los planes bruscamente diciéndoles que ya habían hecho planes para volver a casa y se marcharían ese mismo día.

Nuestros colaboradores sobre el terreno no se sorprendieron. Esto suele ocurrir en las relaciones con los somalíes.

La gente de Somalia es claramente diferente a la de los demás países africanos orientales. Suelen hablar en voz alta, con un ritmo alto y, si no entiendes somalí, puedes confundir fácilmente sus bromas casuales con una discusión acalorada. Su entorno tan duro les ha moldeado en todos los sentidos. Sin embargo, los somalíes que han decidido seguir a Jesús son implacables en su convicción y representan un gran impulso para la fe en su entorno.

«Mi familia intentó quitarme a mis hijos por la fuerza; mi marido se marchó y se olvidó de todos nosotros a causa de mi fe cristiana»
Un extranjero le habló de Jesús a Ayesha hace casi 20 años, cuando estaba embarazada de su primer hijo, lo que la llevó a hacerse preguntas. «Investigué sobre el cristianismo y el Corán durante tres años y, después de eso, supe dónde está la verdad: decidí seguir a Jesús», recuerda.

Ayesha aprendió rápidamente que ser cristiana no le garantizaba el bienestar. «En cuanto abracé el cristianismo, empecé a tener muchos problemas», asegura. «Perdí a mi familia, a mi marido y a mi gente».

Se encontró condenada al ostracismo de su comunidad musulmana, lo que en la sociedad colectiva somalí equivale a quedarse sola en el desierto.

Enemiga de su familia
La situación no era mejor en su casa. «Cada vez que hablaba, mi suegra me decía: ‘Cállate, eres una infiel; no puedes hablarnos como si fuéramos tus iguales’», se lamenta Ayesha.

«Mi familia intentó quitarme a mis hijos por la fuerza; mi marido se marchó y se olvidó de todos nosotros a causa de mi fe cristiana. Tras su muerte, crié a mis tres hijos yo sola». Aun así, la familia de su marido no dejaba que Ayesha transmitiera sus valores cristianos a sus hijos.

«Nuestras vidas se volvieron muy difíciles. Mis hijos necesitaban un medio de transporte para ir a la escuela. La familia de mi marido vino, y sus tíos me dijeron que les diera a los niños, diciendo:

‘No tienes una vida que ofrecerles y no tienes nada para ellos; danos a nuestros hijos’. Mientras discutíamos, realmente creí que me los iban a quitar y mi espíritu se vino abajo. Argumentaban que yo había cambiado la religión de mis hijos; decían: ‘Ella ha hecho que nuestros hijos sean cristianos, y eso es un gran pecado aquí’. Yo les dije: ‘Yo no los hice cristianos, ya nacieron así’».

La familia ha intentado ya varias veces alejar a los hijos de Ayesha de ella y de Dios. «Les dijeron [a mis hijos]: ‘Somos una familia rica. Os daremos una buena vida, os llevaremos a una escuela muy cara, a la escuela islámica: el Corán es la verdad, y podéis ser perdonados y ganar el paraíso’.

Ora con Ayesha
Da gracias a Dios por la perseverancia de Ayesha y sus hijos en la fe, y pide a Dios porque puedan seguir creciendo libres en su educación, su trabajo y sus creencias.
Orad por las madres solteras del Cuerno de África como Ayesha, para que Dios provea sus necesidades diarias, que encuentren comunión en su entorno y reciban protección de los abusos.
Ora por más trabajadores para ayudar al pueblo somalí a través de África Oriental, para que perseveren en el trabajo que Dios ha puesto delante de ellos y no midan el éxito de su ministerio con estándares humanos.
Pero mis hijos los rechazan».

«Estamos agradecidos a quienes intentaron matarla»
Un domingo, Ayesha fue víctima de un ataque violento por su fe cristiana. «Estaba trabajando y, al final del día, cuando llegué a casa, delante de mi puerta, una mujer me apuñaló por la espalda con un cuchillo.

Cuando levanté la mano [y me di la vuelta], me apuñaló de nuevo cerca del corazón. Me derrumbé y me tuvieron que llevar al hospital; me dijeron que estaba sangrando mucho». Ayesha fue operada de urgencia para salvarle la vida y reparar los daños internos de las puñaladas.

Después, se enteró de que no fue una sola mujer la que la atacó, sino tres. Todas fueron detenidas, pero la propia familia de Ayesha salió en defensa de las mujeres. «Mi tío fue a ver a las autoridades y les dijo: ‘Estamos agradecidos a esas mujeres que intentaron matarla, porque nosotros no pudimos hacerlo’», recuerda con tristeza Ayesha. «También les dijo: ‘Es mi sobrina y nos alegramos de que estuvieran a punto de matarla, porque se ha convertido en nuestra enemiga y la gente nos insulta por su culpa».

Las mujeres fueron puestas en libertad, aunque Ayesha hizo todo lo posible por conseguir algún tipo de justicia. «Las llevé tres veces a los tribunales, pero no pasó nada», se lamenta.

Este atentado contra su vida le hizo cuestionarse su decisión de seguir a Jesús, y se sumió en una profunda depresión. «Estuve tomando medicamentos para problemas psicológicos durante tres meses», recuerda. «Decidí hasta 100 veces dejar de seguir a Jesús, pero no pude hacerlo. Decidí seguir siendo cristiana».

Toma tu cruz
Dios ha utilizado todos los desafíos de Ayesha para fortalecer su fe. «La primera vez que oyes hablar de Jesús, es muy fácil, y quizá te lo tomas a la ligera», confiesa. «Pero la persona que cree y recibe a Jesús de corazón, no puede volver atrás pase lo que pase… las dificultades por las que he pasado me han hecho más fuerte en Dios.

Solamente hay que ver todo lo que pasó Jesús a pesar de ser Dios. Le persiguieron; Él soportó todo esto que yo también estoy sufriendo. Cuando recuerdas esto, te motiva a ser fuerte».

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Hay varias iglesias en el país donde vive Ayesha, pero cualquiera que asista es inmediatamente tachado de forastero. «Ir a la iglesia no es fácil para nosotros», avisa. «Lo que nos viene bien es tener comunión en nuestras casas. Las iglesias están muy lejos [de nosotras] y hay que viajar mucho, pero la mayoría de las mujeres no pueden permitirse este viaje porque son jornaleras».

Su sufrimiento también la ha llevado a animar y sentir empatía por otros creyentes que pasan por situaciones similares. «Hay muchas madres como yo que perdieron a sus maridos a causa de su fe, y algunos de ellos murieron siendo cristianos. Todas tienen dificultades. A todos mis hermanos que son cristianos conversos del islam y son perseguidos, siempre les recuerdo el versículo que dice que los que siguen a Jesús deben tomar su cruz. Él no nos ocultó nada, ya nos avisó. Nos dijo la verdad: si quieres seguirle, carga con tu cruz, así que esa es la decisión que realmente tomas el día que eliges a Cristo.

«[A] cualquier persona que abrace el cristianismo, quiero decirle que aguante. Esto [nuestro sufrimiento] es una tentación, así que ora para que Dios guíe tu vida lejos de la tentación»

Estamos salvados».

Los colaboradores de Puertas Abiertas en el Cuerno de África han estado al lado de Ayesha, apoyándola de muchas formas durante muchos años, desde pagando una parte de sus facturas médicas y ayudándola a poner en marcha un pequeño negocio, hasta proporcionándole atención postraumática. «Quiero dar gracias a Jesús», afirma Ayesha. «Él es quien me eligió entre toda la gente. Él me mostró la luz, y le doy gracias a Él… y a todos vosotros».

*Nombre ficticio e imagen representativa utilizados por motivos de seguridad.

Una oración por Ayesha
Señor, qué gran ejemplo de fe es Ayesha. Te alabo por sus palabras ante el sufrimiento y te pido que nos ayudes a la Iglesia mundial a aprender de esta perspectiva eterna de las dificultades. Por favor, fortalece la fe de esta cristiana somalí y de sus hijos, y hazles llegar toda la ayuda física y espiritual que puedan necesitar ahora que están tan abandonados por su sociedad. Obra en los corazones de sus familiares, para que puedan aceptarles aunque no compartan sus creencias. Bendice a todas las madres solteras del Cuerno de África, para que puedan encontrar todo lo que necesitan en ti. Abre puertas para el trabajo de más personas en esta zona del mundo donde cuesta tanto seguirte. Amén.

fuente https://www.puertasabiertas.org/es-ES/actualidad/todos/oscuridad-ayesha/

DE LA OSCURIDAD A LA LUZ (con video)

La historia de Sanaz* es una demostración actual del sorprendente poder transformador de Dios en la vida de cualquier persona, incluso en uno de los países más peligrosos del mundo para los cristianos como es Irán.

Tras ser obligada a casarse y tener hijos siendo menor de edad, Sanaz se refugió en las drogas y utilizó a un amigo cristiano para intentar huir del país. En medio de su mentira, conoció la verdad sobre el amor de Jesús.

Esto cambió su vida y la ha llevado ahora a arriesgarlo todo por ayudar a otras personas que han sufrido tanto como ella.

«Las ayudé en ese proceso tan difícil. Yo he pasado por eso, y sé lo difícil que puede llegar a ser»
SANAZ, CRISTIANA IRANÍ
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*Nombre cambiado por motivos de seguridad.

fonte https://www.puertasabiertas.org/es-ES/actualidad/todos/perseguidos-25/

 

COMPAÑÍA ENTRE LAS LLAMAS

 

En enero de 2023, el partido Fuerzas Democráticas Aliadas detonó un artefacto explosivo en la iglesia CEPAC 8e, al norte de la República Democrática del Congo (RDC). La bomba mató al menos a 17 personas e hirió gravemente a otras 70. Neema* sobrevivió a la explosión, pero perdió a su hijo pequeño y el otro fue herido gravemente. A pesar del dolor, esta cristiana perseguida de África asegura que «no podemos abandonar a Dios por nuestras heridas». Gracias al apoyo de su comunidad de fe y personas de todo el mundo como tú, Neema está sanando su trauma.

El domingo 15 de enero de 2023, unos 1000 cristianos estaban reunidos en la iglesia CEPAC 8e, al norte de la provincia de Kivu, en la República Democrática del Congo (RDC).

Neema* y sus hijos David* y Danny*, de 4 y 8 años respectivamente, estaban allí también como cada domingo, dando gracias junto a sus hermanos en la fe por los recientes bautismos de 62 personas que habían decidido seguir a Jesús.

Neema recuerda demasiado bien ese día. Sobre las 11 de la mañana comenzó a llover. Por ello, ella fue a sentarse con su pequeño David bajo la carpa del local, no muy lejos del escenario principal donde los niños acababan de terminar de cantar.

«Cuando Danny terminó su actuación, vino a nuestra zona de la carpa», recuerda Neema. «David se había quedado dormido en mi regazo. Yo lo sostenía sobre mi pecho, acunándolo con las manos. Entonces oímos un sonido fuerte… Pensamos que el predicador se había caído».

Pero no se trataba de eso. «Fue una bomba, colocada específicamente para atrapar y matar a las personas dentro de la iglesia», afirma Neema. Este explosivo sorpresa detonó, matando a 17 personas.

«La suegra de Neema le dijo: «¿No te avergüenza haber llevado al niño donde estaba la bomba? Has asesinado a tu hijo»
Dolor físico y emocional
«No recuerdo cuándo David se separó de mí, ni dónde había ido», recuerda Neema. «No sabía dónde estaba Danny tampoco».

Esta desoladora escena también está grabada a fuego en la memoria del predicador Kambale de la iglesia CEPAC 8e. «Restos de personas esparcidos sobre láminas de metal», recuerda. «Ventanas, sillas y carpas enteras destrozadas. Comenzamos (la mañana) con gran gozo, pero terminamos con pánico y llanto».

Los heridos fueron evacuados a hospitales en Beni, a unos 75 kilómetros desde Lubiriha. Este atentado tuvo lugar tan solo tres meses después que el partido Fuerzas Democráticas Aliadas atacara también una escuela.

Durante su nuevo ataque a la iglesia CEPAC 8e, algunos cristianos perdieron partes de sus cuerpos, otros tenían heridas en piernas, brazos y ojos. Neema resultó herida de gravedad, con quemaduras por todas sus piernas y cuerpo. Por ello, tuvo que ser trasladada con urgencia al hospital. «Allí en Beni, todavía no sabía la cantidad de gente que había muerto», recuerda. «No sabía que mi hijo también había muerto. Cuando llamé a mi marido, me dijo que David ya estaba a salvo, pero fue para distraerme».

Tres semanas después del ataque, Neema volvió a su casa desde el hospital deseando ver a su familia, sin saber aún que su hijo más pequeño había fallecido en la explosión. Ese día, su casa estaba llena de amigos y compañeros de la iglesia, listos para darle la bienvenida y consolarla. Pero la noche estuvo llena de confusión y de preguntas.

Ora con Neema
Ora por paz en el hogar de Neema, para que Dios transforme las vidas de toda la familia de su marido.
Ora por Danny, para que pueda volver a la escuela y Dios le guíe en sus estudios y la superación del trauma de perder a su hermanito.
Ora por la República Democrática del Congo, para que no haya más asesinatos ni ataques contra iglesias en el país.
«Me preguntaba qué estaba pasando», recuerda. «Le preguntaba a todo el mundo ‘¿Dónde está mi hijo? ¿Está con mi suegra? ¿Está ya curado del todo pero no quiere venir a verme?’ Le pregunté a su tía dónde estaba, y me dijo que estaba con los otros niños. Incluso le pregunté a mi marido ‘¿Por qué no le has traído si sabías que hoy volvía del hospital?’».

En aquel momento, Neema ya supo que su hijo pequeño, David, había muerto en la explosión. Lo que vino después no hizo sino aumentar el dolor y sufrimiento de ella como madre.

El peso de la culpa injusta
La suegra de Neema, aún seguidora de la religión local, se mostró resentida con ella por haber llevado al niño a la iglesia ese día, culpándola de la muerte de su nieto. Neema recuerda con dolor las palabras tan duras que su suegra le soltó: «¿No te avergüenza… haber llevado al niño donde estaba la bomba? Has asesinado a tu hijo, ¿y ahora te preguntas que dónde está?».

Su suegra incluso fue difundiendo una historia falsa en contra de ella que decía: «Cogió al niño y lo arrojó hacia la bomba. Quiero que mi hijo la eche de casa y no permita que vuelva nunca. No sé por qué ha permitido que su esposa vuelva». Incluso amenazó la vida de su nuera: «Si mi hijo tuviese veneno, se lo daría a ella».

«Lloré y lloré todo el día», confiesa Neema. «Siguieron hablando y hablando mal sobre mí, y ella nos dijo a todos que deberíamos haber muerto allí directamente».

El ataque también hirió al otro hijo de Neema, Danny. El niño de 8 años perdió un ojo y recibió quemaduras en una pierna. Tuvo que andar con muletas durante dos meses, hasta que fue recuperando gradualmente la movilidad total en abril de 2023. Pero el trauma de haber perdido a su hermano y haber vivido este ataque le dejaron con un profundo dolor emocional.

«Danny dejó de comer porque no podía dejar de pensar en su hermano», se lamenta Neema. «Lloraba, preguntando por él. Así que la esposa del pastor se lo llevó para que intentara comer con sus hijos».

A menudo, Neema se queda absorta mirando las fotos de David, recordando pequeños momentos que entonces parecían insignificantes, como las comidas juntos como familia. Hoy, esos momentos ya son sólo recuerdos. A veces, ella se culpa a sí misma por lo sucedido.

«Cuando pienso en que uno de mis hijos ha muerto y el otro tiene un grave problema en el ojo, me digo a mí misma, ‘Dios, si los hubiese dejado en casa y hubiese ido sola, quizá solo yo habría resultado herida’. Pero entonces me recuerdo a mí misma que el diablo vino para estropear el plan de Dios, y me digo, ‘Dios ayúdame, y sigue consolándome’.

Cuando veo a Danny yendo a jugar con otros niños, y escucho cómo le ponen motes y se burlan de él por tener un solo ojo, sufro y lloro, y oro: ‘Dios, ayúdame y consuélame porque yo no quería que le ocurriese esto a mi hijo’».

Neema tiene que responder preguntas a las que ninguna madre debería tener que exponerse ni afrontar con su hijo delante.

Uno más entre las llamas
Tras el ataque, Danny tenía miedo de ir a la iglesia. «De repente, comenzó a decir que no iba a ir porque se arrojaban bombas alrededor de la iglesia. Le dije que no había bombas allí; que no era la iglesia la que había puesto la bomba».

Con el tiempo, y con el ánimo de la familia cristiana, Danny volvió a ir a los ensayos de la iglesia. También comenzó a comer de nuevo. Neema está muy agradecida a Dios por esta pequeña restauración en la vida de su hijo, en parte a través de sus hermanos en la fe.

«Le di las gracias a Dios porque nos ha salvado. Nosotros no le abandonamos. Sí, fuimos heridos, pero seguimos adelante. Los que hablan, que hablen. Yo quiero superar esto. No puedo abandonar a mi Dios. Él ve todo lo que estamos atravesando».

Mientras pasaba el luto por la pérdida de su hijo pequeño, lo que más consoló a Neema fue la comunidad cristiana, especialmente la familia del pastor. «Recibo mucho apoyo y consuelo cuando el pastor y esposa vienen a hablarme sobre la palabra de Dios. Mi corazón se calma. Pero cuando se van, me siento más sola y triste».

Cantar también la consuela. «Cuando canto la canción ‘El Salvador me ha sacado de este bosque’, siento mucho alivio. Es como si estuviera ya en el cielo». Otra canción que la ayuda es ‘Camino a la eternidad’. «Ahí dice que Dios me santifica y purifica para que pueda ir entrar en el cielo. Cuando pienso en estos himnos, mi oración es: ‘Señor, ayúdame a ir al cielo y reencontrarme con mi hijo que murió en la iglesia’. Eso me consuela mucho».

Gracias a esta compañía de sus hermanos en la fe durante sus momentos más duros, Neema está recuperando la fe y la fortaleza para vivir. «Muchas personas creyeron que me convencerían para dejar de ir a la iglesia. Pero no, Dios lucha por mí. Mi Dios me va a mantener, y no puedo abandonarle. Que el nombre del Señor sea glorificado».

El ministerio de la presencia
El domingo siguiente al ataque, los colaboradores locales de Puertas Abiertas en la RDC visitaron la iglesia CEPAC 8e para orar con los creyentes y animarlos. El equipo visitó también a los supervivientes en los hospitales de Beni y Goma. Y pocos meses después, el 24 de marzo de 2023, Puertas Abiertas distribuyó entre 107 familias de supervivientes (incluyendo la de Neema) un paquete de recursos de subsistencia básicos que incluía 50 dólares, 25 kilos de arroz, 10 kilos de alubias y 10 litros de aceite vegetal.

Desde la explosión, los supervivientes (pastores y líderes de iglesia incluidos) han recibido sesiones mensuales de atención postraumática por parte de los colaboradores de Puertas Abiertas, además de todo tipo de apoyo físico y emocional. El pastor Kambale explica que, debido al incidente, la gente tenía miedo incluso de poner un pie en el terreno de la iglesia otra vez. Ya era un lugar ’prohibido’ para muchos, pero el apoyo recibido cambió esta mentalidad, les ayudó a superar el miedo e incluso llegó a ser una fuente de sustento para muchos creyentes perseguidos.

«Fue un gran gozo», agradece Kambale. «El apoyo que recibimos nos devolvió esa atmósfera de paz de antes del ataque. Recibimos la visita de pastores de muchas denominaciones y lugares, y pudimos compartir tiempo riendo y cantando juntos».

Neema invirtió el dinero que recibió para poder atender por ella misma las necesidades básicas de su familia, sin tener que depender de más apoyo externo. «Le doy gracias a Dios por eso (el apoyo). Compré una cabra que aún no ha parido. Otras personas me ayudaron proveyéndome de tomates, cebollas y pescado para mi negocio».

«Sí, fuimos heridos, pero seguimos adelante. No puedo abandonar a mi Dios. Él ve todo lo que estamos atravesando»
Gracias por ser uno con ellos
Esta cristiana perseguida afectada por la bomba en RDC ha querido también transmitir un mensaje de gratitud a las personas que han participado en su apoyo a través de Puertas Abiertas: «Que el nombre de Dios sea glorificado por acordaros de nosotros».

Dios sigue sosteniendo a la iglesia de CEPAC 8e y a los creyentes de Lubiriha. Es más, este ataque con bomba provocó una renovación de las ganas de seguir a Jesús, asegura el pastor. «Los cristianos estaban cansados, pero gracias al apoyo de nuestros hermanos de todas partes hemos recuperado nuestra fuerza», asegura. «Gracias a las continuas sesiones de atención postraumática, muchos de los cristianos ya vuelven al patio de la iglesia. La vida ha vuelto, y ahora los hermanos entienden que lo que ocurrió fue persecución, lo cual es parte de la vida cristiana».

Neema comparte: «Doy gracias a Dios por ver Su mano sobre mí. Le doy las gracias por todo el apoyo de hermanos de todas partes, y por estar viviendo bien de nuevo. Que el nombre de Dios sea glorificado. Le doy gracias a Dios por los hermanos que siguen orando para que Danny termine sus estudios y se convierta en un siervo de Dios.

Vinieron a exterminarnos, pero no nos pueden quitar nuestra fe. Los que murieron, murieron. Los que vivieron, vivieron. Dios lucha por nosotros, y no podemos abandonar nuestra fe. En vez de eso, seguimos adelante».

Contexto: el partido Fuerzas Democráticas Aliadas
El grupo nació en la RDC, pero sus raíces están en Uganda.

«El FDA se formó en la parte este de la RDC en 1995 mediante un acuerdo entre algunas partes de la secta islámica ugandesa Tabliq y el Ejército Nacional para la Liberación de Uganda (ENLU) con el objetivo de luchar contra el Gobierno ugandés del presidente Yoweri Museveni. El FDA recibió desde sus inicios entrenamiento y apoyo logístico de parte del Gobierno sudanés, y esas posibilidades se tradujeron en ataques violentos, que comenzaron en 1996», explica Jared Thompson, del Center for Strategic and International Studies.

El FDA está ahora activo sobre todo en el norte de la provincia de Kivu.

Desde 1996, el grupo ha encontrado refugio cerca de la frontera ugandesa, en las Montañas Ruwenzori, porque el Gobierno ha fallado en velar por la seguridad en la zona. El tamaño del grupo aumenta y disminuye, y nadie parece saber exactamente cuántos adeptos tiene. Pero a pesar de que capturaron a su líder en abril de 2015, sigue mostrando una fuerza sorprendente. «La habilidad del FDA para fusionarse con las comunidades civiles les permite ocultarse cuando lo necesitan, y volver a emerger cuando las condiciones les son más favorables», dijo Michael Muytaba, un investigador y analista político ugandés. «Esto explica por qué ha demostrado ser tan resiliente».

El liderazgo del grupo tiene una agenda expansionista islámica.

La ideología del FDA históricamente ha venido incluyendo algunos elementos salafistas y yihadistas. Y mientras su agenda islámica ha sido debatida por muchos, el grupo sí juró lealtad a ISIS en 2019, y en 2021 Estados Unidos la declaró como una organización terrorista internacional.

Los efectos de su violencia han sido feroces.

Según un informe de las Naciones Unidas sobre la situación publicado en junio, al menos 2 300 000 personas han sido desplazadas solo en el norte de Kivu. Y ese mismo año, antes de ese mes, el portavoz de UNHCR Babar Baloch comentó: «parece que, desde principios de año, (el FDA) ha seguido asaltando pueblos, asesinando civiles y secuestrando gente. Las consecuencias son muy, muy duras para la desesperada población, que se ve obligada a huir, muchas veces sin rumbo fijo».

Baloch señala que las mujeres y los niños constituyen la mayoría de los que abandonan sus casas. Los hombres se quedan para proteger sus propiedades. La mayoría de las personas desplazadas están viviendo sin techo, ni comida, ni agua, ni cuidados médicos. «En un contexto en que están presentes el Ébola y la pandemia de COVID-19 aún en vigor, la falta de acceso a cuartos de baño, agua limpia, o jabón y productos de higiene menstrual es preocupante», denuncia Baloch. «Además, las familias no tienen ni elementos básicos necesarios como mantas, sacos de dormir o utensilios de cocina».

Los cristianos están entre los más profundamente afectados.

Durante años, Puertas Abiertas ha advertido sobre el aumento de actividades islámicas radicales por parte del FDA. La RDC ocupa el puesto 41 en la Lista Mundial de Persecución (LMP) de 2024.

La RDC es el hogar de un importante grupo de cristianos en África, que ha estado bajo ataque durante dos décadas y media por ahora. Se estima que al menos 300 personas han sido asesinadas en ataques del FDA en el norte de la provincia de Kivu (RDC) desde principios de 2023, la mayoría de ellas cristianas.

fuente https://www.puertasabiertas.org/es-ES/actualidad/todos/oscuridad-neema/

UNA FAMA PELIGROSA EN YEMEN

En la Lista Mundial de la Persecución 2024 se presenta la historia de Saleh*, un cristiano yemení que ha iniciado una red de iglesias en casas en Yemen, arriesgando todo por compartir sobre Jesús y por ayudar en el fortalecimiento de la Iglesia local.

Esta historia enseña una inspiradora perspectiva sobre lo que Dios está haciendo, incluso en los lugares más oscuros donde la persecución hacia los cristianos es más extrema.

«En esos momentos oscuros, sentí la presencia de Dios a través de los mensajes de hermanos de la Iglesia mundial»
SALEH, LÍDER DE IGLESIA YEMENÍ

fuente https://www.puertasabiertas.org/es-ES/actualidad/todos/perseguidos-22/

 

TESTIMONIOS DESDE NIGERIA TRAS LA MASACRE

Ladi* perdió a su bebé de 6 meses a manos de los terroristas fulani que atacaron más de veinte pueblos predominantemente cristianos en los estados de Plateau y Taraba durante la pasada Navidad. Se estima que casi 200 cristianos fueron asesinados a balazos o a machetazos entre el 24 y 25 de diciembre de 2023 en esta zona de Nigeria, país africano que ocupa una posición muy alta en la Lista Mundial de la Persecución de Puertas Abiertas.

En este nuevo ataque de militantes fulani contra aldeas cristianas, el foco estuvo sobre aldeas como las de Bokkos, Barkin Ladi o Mangu. Las historias que nos han contado los supervivientes de estas zonas son verdaderamente espantosas: niños muy pequeños como la hija de Ladi masacrados mientras sus madres pedían clemencia, padres que vieron cómo asesinaban a toda su familia…

Magdalene* es otra cristiana nigeriana afectada por estos ataques navideños que sobrevivió gracias a la valentía de otros hermanos que más tarde perdieron la vida. En este vídeo, puedes ver y escuchar a estas dos mujeres narrar desde el campo de refugiados cómo sufrieron aquella masacre.

 

Actualmente, los campamentos provisionales de desplazados internos se han establecido en escuelas, iglesias y edificios de la administración local y en sus alrededores. Desafortunadamente, hay otros desplazados internos que dependen de familiares cuyas vidas ya estaban previamente comprometidas desde el punto de vista económico por la extrema inflación.
«Una y otra vez, hemos visto a cristianos indefensos atacados sin ningún tipo de provocación»
JO NEWHOUSE, PORTAVOZ DE PUERTAS ABIERTAS EN ÁFRICA SUBSAHARIANA

Más personas desplazadas y necesitadas
Estos ataques navideños se suman a la inquietante pauta de los meses precedentes: más de 400 cristianos ya perdieron la vida en el estado de Plateau entre abril y junio a manos de terroristas fulani y yihadistas. En todo este periodo, Puertas Abiertas ha contabilizado un total de 54 aldeas atacadas.

La portavoz de nuestra ONG para las operaciones en África Subsahariana, Jo Newhouse, denuncia cómo «una y otra vez, hemos visto a cristianos indefensos atacados sin ningún tipo de provocación». En la actualidad, miles de vecinos viven todavía como desplazados internos en campamentos o con familiares. Sin medios para cuidar de sí mismos, sus vidas se encuentran en unas condiciones miserables.

Los colaboradores de Puertas Abiertas en Nigeria ya habían empezado a preparar ayuda de emergencia para los supervivientes de los ataques de abril a junio. Ahora se suma la presión añadida por los últimos ataques que obligará a tomar decisiones difíciles sobre la mejor manera de ayudar al creciente número de desplazados internos, tanto física como emocional y espiritualmente.

Nuestros colaboradores locales nos piden apoyo en oración por la preparación de esta ayuda de emergencia para los cristianos atacados en 2023 por estas bandas terroristas.

*Nombres cambiados por motivos de seguridad.

fuente https://www.puertasabiertas.org/es-ES/actualidad/todos/testimonios-desde-nigeria-tras-la-masacre/